Para mantener nuestra piel firme y sana no existen las fórmulas mágicas. La constancia en rutinas saludables es lo que nos permite conservar nuestro cuerpo en buen estado y así, tener una mejor calidad de vida. Te contamos 5 pasos que no pueden faltar en tu rutina diaria para lograrlo.

1- ¡A tomar agua!

El primer paso es hidratarse. Nuestro organismo está formado por un 70% de agua y, por eso, es esencial que bebamos al menos 2 litros por día. Si hacés actividad física o te expones mucho al sol, aumenta la cantidad para recuperar el líquido que se pierde con el calor.

2- A entrenar

Tonificar los músculos es clave para que la piel que los recubre se vea más firme. El ejercicio diario nos permite evitar la acumulación de grasas y la flacidez, además de mejorar todo el funcionamiento de nuestro organismo y el estado de ánimo.

3- Come sano

Una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras de todos colores, carnes rojas y blancas, frutos secos y cereales, nos proveerá de todos los nutrientes que el cuerpo necesita y nos ayudará a lucir la piel más sana además de evitar los cambios bruscos de peso que son causa de la pérdida de firmeza.

4- Masajes

Los masajes nos ayudan a mejorar la circulación sanguínea y el drenaje linfático, lo que colabora con la firmeza de la piel. ¿Cómo hacerlos? Coloca las yemas de tus dedos sobre la piel y realiza un poco de presión mientras formas pequeños círculos ascendentes. Hazlos todos los días, luego de la ducha, y conserva la dermis sana, elástica y con un excelente apariencia.

5- Cuidado con el sol

No está de más insistir en el uso de protección solar. Además de cuidarnos durante el verano, es clave hacerlo en todas las épocas. Aunque haga frío, el sol siempre está y sus rayos UV también.